Qué bueno es ver a una banda joven
sacar un nuevo disco que mejora los anteriores. Parece una gilipollez
esto que digo pero me ha pasado muchas veces que un grupo se casca un
discazo y cuando edita el siguiente pierden fuelle o se ponen a
probar cosas raras y el resultado siempre acaba siendo un pufo (no miro a nadie, eh, Band Of Horses).
No es el caso de los escoceses Biffy
Clyro, que con este Opposites se confirman como una de mis bandas
predilectas y es que esta “nueva hornada” de grupos está siendo
más que fructífera, algún día haré un post con los últimos
descubrimientos. Opposites, que iban a ser dos discos por separado
-The
Land at the End of Our Toes and The Sand at the Core of Our Bones-,
ha sido editado como un solo doble CD con 20 temas (+2 Bonus track)
que harán las delicias de los fans y atraerá, seguro, a nuevos
seguidores. Y es que este último disco de los británicos es una
especie de la culminación del género que han ido creando, esa
especie de indie rock con toques post-grunge (a lo Foo Fighters) y
post-hardcore (del estilo Moving Mountains y tal), todo ello
aderezado con la suave voz Simon Neil. Buen ejemplo de ello es el
primer tema, Different People, esta canción ES Biffy Clyro,
pegadiza, intensa, original y jodidamente bien ejecutada (esa
batería, esos coros...). El disco se sucede alternando temas rápidos
con medios tiempos hasta llegar a otra genialidad The Joke's on Us,
un tema que puede recordar un poco a los Stone Temple Pilots por sus
guitarras pero que me maravilla por la nitidez que mantienen pese a
todas las distorsiones. Sigue el disco con Biblical, una canción que
pudiera ser un coñazo si no fuera por ese estribillo impresionante.
De ahí hasta topar con otra joyita, Little Hospitals, pasando por el
tema flojo de la primera mitad del álbum, The Fog, y llegar al
ecuador con The Thraw, un ¾ de toda la vida, y a mi como me encantan
los ¾ pues no me quejo. Medio disco ventilado y la única pega que
le encuentro es esta manía de alternar canción rápida con canción
lenta durante 10 temas, da un poco la sensación de arranca y frena.
Stingin
Belle entra como un tanque arrollando con todo y demuestra que una
canción puede ser poppy y mantener una fuerza brutal. Casi sin
darnos un respiro, otro obús, Modern Magic Formula, posiblemente mi
tema favorito del disco. En este punto, Biffy Clyro sabe que nos
tiene y se atreve a jugar como con Spanish Radio, Trumpet or Tap o
Skylith pero sin perder el norte, qué fácil lo recuperan con temas
como Victory Over the Sun o ese simpático temilla, Woo Woo. Y casi
sin darnos cuenta llegamos al último tema, Picture a Knife Fight,
una canción perfecta para despedir un disco perfecto, ese estribillo
“fin de fiesta” es sublime.
No
sé como habrán afrontado la grabación del álbum, pero da la
sensación que Biffy Clyro, tenía ganas de grabar un disco, supongo
que después de 4 años desde su último trabajao de estudio Only
Revolutions, les habrá entrado ganas. Lo cierto es que se nota, se
nota y se agradece, que pese a los primero altibajos de intensidad
casi todas las canciones sean buenas, que la banda, lejos de
apalancarse, le haya echado narices y se haya sacado un discazo como
la copa de un pino.
Por
Fran Vázquez