29 sept 2012

No Doubt, Push and Shove

Normalmente acostumbro a ser bastante respetuoso con los análisis y mis comentarios. Sé que corren tiempos difíciles y drogarse para componer ya no está tan bien visto. Los más bohemios, los más chulos y los más punks se están jubilando y, con ellos, ese sentimiento de que lo que mola es chutarse mil drogas que saquen todo el talento y ayuden a crear EL disco. Así nacieron discazos como Punk in Drublic (1994), Recipe for Hate (1993), Hybrid Theory (2000) y un largo etcétera, en el que se incluye la obra maestra Tragic Kingdom (1995), de No Doubt. Ya han pasado un par de décadas de estas piezas de museo y ahora los creadores de dichos discos-orgasmo están para el arrastre. Punk in Drublic ha dado paso al lamentable Self Entitled (2012), Bad Religion firmó esa cosa rara que llevaba por título Dissent of Man (2010), después de varios intentos Linkin Park sacaron la patata Living Things (2012) y No Doubt ha vuelto a la escena musical con Push and Shove (2012). Es curioso como con la edad los grupos pierden fuelle, talento, creatividad y soltura. Canciones más largas, con más ruiditos, como más pedantes. The Cure es otro caso de esta degeneración. Es como si tuviesen demencia senil y no recordasen por qué eran tan grandes, por qué llegaron donde llegaron. Enter Shikari va camino de convertirse en el nuevo grupo con alzheimer. Y así suma y sigue. Pero ya basta de reflexiones. ¡Vamos al tajo!

Hago el esfuerzo. Me conecto en Spotify. Buscar…No Doubt. Hago el esfuerzo. Disco: Push and Shove. Primera canción: Settle Down. Hago el esfuerzo. Pasan los minutos. Me aburro. Pero hago el esfuerzo. Lo he hecho. He escuchado enterito el disco-retorno de Gwen Stefani y compañía después de 11 años sin No Doubt. Os juro que he hecho el esfuerzo. Y sin ningún doubt es de lo peor que he escuchado este año. No analizaré canción por canción porque estoy muy cabreado y mis dedos están deseando escribir muchas palabrotas. Voy a hacer un análisis general de lo que acabo de experimentar. 


Me dicen que es el último disco de David Guetta con la colaboración de Gwen Stefani y me lo creo. La personalidad de la banda de Anaheim ha quedado reducida a una sucesión de elementos electrónicos, reverberaciones discotequeras y una simplicidad melódica digna de un recién salido de Operación Triunfo. Esas líneas de bajo tan particulares, ese ska tan especial, esas canciones tan locas con las que nos enamoraron hace veinte años, han dado paso a una bazofia de hit de radio. Mierda, había jurado no pasarme de la ralla con ellos, pero es que no puedo. Sí, lo sé. Muchos de vosotros sois muy respetuosos con los últimos discos de los grupos. No los criticáis mirando hacia atrás, sino que separáis ese álbum de los otros y lo analizáis como una pieza nueva. ¡A ver si podéis hacerlo con Push and Shove! Bromas aparte, yo también soy como vosotros, pero cuando una cosa me indigna lo tengo que decir. Me hubiese desgarrado el alma haberme comprado este disco. Y no quiero que os pase lo mismo. Por eso espero que no seáis respetuosos sino críticos. Sí, muy bien, se han vuelto a juntar. Bravo. Pero lo han hecho mal. Y eso se tiene que decir. Al fin y al cabo los que se lucran son ellos.

por Aniol Florensa
 

24 sept 2012

Syberia, Drawing a Future




Parece que fue ayer cuando descubrimos a Syberia teloneando a los increíbles Sights and Sounds en la pequeña sala Underground de Barcelona. Parece que fue ayer pero eso fue el 14 de febrero, que día más bonito para conocer a una banda que apunta maneras.

Poco menos de siete meses después, los barceloneses nos trae su primer álbum, Drawing a Future. El título no podría ir más al pelo porque con este CD la joven banda de Post Rock está dibujando su futuro y, francamente, nadie dirá que no saben dibujar. Claro que tiene sus puntos negativos pero creo que han hecho los deberes y han aprobado con creces. Un disco correctísimo con algunos momentos realmente increíbles y con claras señas de la gran calidad técnica que poseen sus músicos, pero vamos a entrar en materia.

Drawing a Future empieza con un temazo en toda regla, Renaissance. Me parece que es el tema perfecto para empezar, la canción parece decirte “venga, agárrate que esto te va a planchar”. Personalmente me gusta mucho ese sonido inicial, me transporta a un paraje desértico y frío para, al minuto de haber empezado, meter caña. Un tema épico, muy en la línea de Toundra, guitarra distorsionada con guitarra limpia, batería contundente y un bajo dropeando a saco. Ojo a los dos últimos minutos porque son impresionantes

Llega el segundo track, Stampede, de una manera un pelín brusca, tal vez hubiese cambiado la intro para evitar la sensación de corte entre primera y segunda canción. La gracia de los discos de Post Rock es que muchas veces se escuchan como todo un bloque musical, como si todas las canciones se pudieran tocar sin pausas entre ellas. Stampede empieza algo rara pero Syberia tiene el remedio, clavarte un primer tercio de tema al más puro estilo metalero, el bajo vuelve a hacer de las suyas, me encanta. Pero lo mejor está por llegar porque a los dos minutos veinticinco segundos se marcan un cambio de ritmo genial, la canción obtiene otro cáriz. De nuevo el bajo lleva un poco la voz cantante seguido de la batería pero las guitarras ejerecen un perfecto contrapeso y acaban con una tercera parte introducida por un parón (todos los intrumentos dejan de sonar) muy buena.

El tercer tema es mi favorito. Colossus Collapse tiene posiblemente el mejor nombre de canción desde Glasgow Megasnake de Mogwai. Empieza muy ambiental, calmada pero que denota cierta tensión. Al poco ya están metiéndole zapatilla, su batería, Oscar, totalmente desatado haciendo genialidades y llega a la mitad donde nos espera un cambio de ritmo a los que nos está ya acostumbrando el disco, en este caso para bien, pues el tema pilla un ritmo muy guapo. Entra en el último tercio de canción con una locura, la canción se llama Colossus Collapse por algo ¿no?

Con la cuarta pista viene la canción más arga del disco (8 minutos y medio). Tidal Waves viene siguiendo la línea de las otras canciones, una intro corta, subida de intensidad y cambio de ritmo. Me gustan especialmente las guitarras, muy limpitas todas ellas. Esta canción me recuerda a un híbrido entre Mono y Maybeshewill por la unión entre pasajes cristalinos con trozos más metaleros, al menos hasta el minuto 5 y medio. En ese punto la canción se frena y empieza una parte realmente bonita, muy al estilo de los antes mencionados Mono, con un final estupendo.

Sigue Skyssa, un interludio de un minuto y medio y llegamos al ecuador del álbum con Drawing a Future (me da a mi que ésta va a ser el hit del disco). De momento empieza bien, aunque no puedo dejar de sentir cierta sensación de “dejà vu” (dejà écouter para ser más pedantes). Lo cierto es que estructuralmente todas las canciones son muy parecidas, creo que es una de las pegas del disco, la reiteración de los mismos elementos, las partes tan marcadas, vamos. No digo que el tema sea malo, al contrario. En solitario, esta canción es tremenda pero el hecho de que sea la sexta vez que escucho los mismos mecanismos hace que no me impacte como debería. A todo esto, la última parte me parece una maravilla, quitando esos 30 últimos segundos, que creo que estorban más de lo que ayudan.

Parece que Syberia son conscientes que lo bueno si es breve dos veces bueno, y los últimos cuatro temas son de los de pegarte a la silla. Efectivos, cortos, directos y, sobretodo, buenos. The day after the end of the World, me pareció una pasada en directo y aquí conserva la fuerza que tenía la primera vez que lo escuché. Creo que es el tema que mejor define a este grupo. Post Rock contundente pero a su vez ambiental, nada recargado y que te va directo al cerebro. Sigue Red Dawn, un “medio tiempo” para calmar al público y descansen un poco. Es un tema precioso, con un aura meláncolica pero con muchísima fuerza en su tramo final. Y después de otro interludio, Framtíð, Syberia se despide con Ära. Un tema correcto, en la línea de los demás, dos partes diferenciadas pero se guardan un as en la manga, un as en forma de riff de guitarra de esos que dices “hostia”.


Y con esto acaba el disco. Al igual que con el cine, no puedes esperar que la primera película de un director sea una obra maestra. En la música pasa igual (Thrice tardó seis años en sacar The Alchemy Index, Tool tuvo que esperar ocho para dar con Lateralus) y el caso de Syberia es un ejemplo. Un disco muy correcto, perfectamente ejecutado pero que arrastra algunos problemas. Para empezar, las estructuras de las canciones son demasiado cuadriculadas y al final dan una sensación de homogeneidad que no debería. En algunas canciones se nota cierta “búsqueda de estilo”, como si aún estuviesen definiéndose. Y el que creo que hace que el disco no sea la hostia en patinete es el abuso de partir las canciones. Hay momento en los que se agradece, otros en los que sencillamente se “ensucia el tema”. Es mi opinión como oyente, preferiría que Colossus Collapse o Drawing a Future, por citar dos ejemplos, no acabasen de la manera que acaban, pues suena como forzado. No obstante, son problemas menores que se solventarán, segurísimo, en sus siguientes trabajos.

Syberia, al igual que Toundra, está consiguiendo algo importante, demostrar al mundo que en España no todo está perdido, aún hay talento, aún hay esperanza. ¡Gracias chicos!




Por Fran Vázquez

23 sept 2012

Billie Joe on fire!

Bueno, la noticia está dando la vuelta al mundo y no es para menos. El caso es que Green Day estaba tocando en el festival iHeart Radio cuando la organización les recortó 20 minutos de actuación para que Usher y Riahanna pudiesen tener más tiempo. A lo que el frontman (y tonto del culo profesional) Billie Joe hico esto.



A lo que yo contesto. GENIAL, con dos cojones chavales, sí señor. La verdad es que tiene razón en todo lo que dice, muy a mi pesar (no los soporto) esta banda son unas eminencias, uno de los grandes y como bien dice llevan desde el '88 en esto. Pero también digo, si sois tan punk para qué coño os meteis en el iHeart Radio, suena como a festival para snobs. Vale que hace eones que no se ve un circle pit en vuestros conciertos pero si vais tan de hardcore, al menos escoged festivales acorde. Ahora bien, si esto lo habéis hecho para daros bombo y petar YouTube con los videos virales estos, me quito el sombrero.

Es igual, para la posteridad quedará el momento "one minute".

Por Fran Vázquez

19 sept 2012

Nuevo disco de Caspian



Good news everyone! Como dice el profesor Farnsworth en Futurama. Porque Caspian esta a puntito de lanzar su nuevo album, el 30 de septiembre, ni más ni menos. Ciertamente, esta es una noticia que se la puede sudar a más de uno pero si digo que Walking Season está considerado el mejor disco de Post Rock del 2012 y que el 22 de octubre tocarán junto a Syberia en la Sidecar de Barcelona (un día antes lo harán con Jardín Delacroix en Madrid) pues como que aumentan un poco las espectativas.



En Twoheebsandabean, vuestro blog amigo, hemos podido escuchar ya lo nuevo de los de Massachussets y tiene pinta de convertirse en un disco de referencia para aquellos que os tocais con el Post Rock. Incluso me atrevería a decir que por momentos supera al For My Parents de Mono, ¡¡hala qué bestia, lo que ha dicho!! Pues sí chavales, sí. En unos días la review, para que la gocéis.

Así vamos a acabar el año.

18 sept 2012

Band of Horses, Mirage Rock




Band of Horses es una de esas bandas que me gustan y no sé por qué, supongo que es por la temblorosa voz de Ben Birdwell o sus melodías agridulces, pero igualmente no sabría dar un motivo concreto. Así como tampoco podría englobarlos en un estilo definido. ¿Qué tocáis? Supongo que indie rock, pero tenéis ese ramalazo de folk sureño (¿Existe el folk sureño? Es igual, me sirve como ejemplo). El caso es que la banda venía de sacar su mejor disco (a mi parecer), Infinite Arms, allá por el 2010. Un discazo como la copa de un pino, unos coros brutales, unas melodías preciosas, su mejor obra. Ahora nos llega el Mirage Rock, un álbum un poco más contenido, creo. Ben y los suyos tiran de fórmula, de lo que les funcionó antaño pero lo diluyen un poco demasiado, el disco es más poppy, joder! No hay un Laredo, no hay un Factory, no escucharemos un Northwest Apartament y ni de coña oíremos un The Funeral, solo oíremos aproximaciones a lo que causaban esas canciones, falta esa garra aterciopelada con la que nos abrieron suavemente en canal años atrás.

Y como seguramente tendré un ejército de fans acercándose a mi casa para quemarme en una hoguera diré, en mi defensa, que el disco tampoco es tan malo, es reguleras. Afortunadamente, Band of Horses son suficientemente buenos como para sonar competentes incluso cuando van con el piloto automático. Así pues, después de superar la tediosa Knock Knock, podemos deleitarnos con How to live y Slow cruel hands of time, ésta última nada del otro mundo si no fuera por la prodigiosa voz de Birdwell y los supercoros que nos clavan.

Luego llegan A little biblical y Shout-In tourist y uno se pregunta qué coño hacen esas canciones ahí, dos temas U2, como me gusta llamar a esas canciones lentas, que no arrancan jamás y que parece que duren el doble de lo que duran. Desde aquí dar las gracias a Bono y su crew por dejarse la bolsa escrotal en casa el día que se propusieron crear un nuevo estilo de música. Gracias a dios, BoH no son los irlandeses y como recompensa -o para redimirse por lo que acaban de grabar- nos brindan Dumpster World, el mejor tema del disco que me recuerda vagamente a Pink Floyd (Comfortably Numb y eso).

La mitad hacia abajo del CD apunta a lo que viene siendo hasta ahora, una especie de combinación de temas sin mucho intríngulis, sin demasiada alma, con alguna que otra canción interesante. El caso de Electric Music, un tema del que te pasas los 3 minutos y medio que dura esperando un arranque, una subida de intensidad, pero no. Sigue Everything's gonna be undone que parece una canción de broma -me imagino a Ben Birdwell y a Creighton Barrett partiéndose el culo de la risa en el estudio- y Feud, que no sé si será por contraste pero tiene su gracejo, aunque quedará la duda de ¿era necesario cantar tan agudo?

Pero alto ahí porque La banda de los caballos nos reserva dos perlitas, Long Vows y Heartbreak on the 101. Dos temas que se salen un poco del estilo (por contar con otra voz) pero que de verdad consiguen sobresalir en ese mar de 'psché' que ha sido todo el álbum.

En definitiva, un disco flojillo, una especie de sucesión de aceleraciones y frenadas en seco que no te hacen acabar despegar. Si obstante, un fallo no puede servir para destrozar la carrera de un grupo que ha demostrado tener talento a raudales. No seré yo quien reniegue de estos estadounidenses solo por un disco flojo. Ahora bien, espero que en el próximo disco nos la vuelvan a cascar dura y no sea solo un 'espejismo de rock'.

Por Fran Vázquez

16 sept 2012

Mercat de la Música Viva de Vic 2012

Este fin de semana se ha celebrado una nueva edición del Mercat de la Música Viva de Vic Fest y como no podía ser de otra manera Two Heebs ha ido a la capital de Osona para cubrir los conciertos del sábado. Pero esta crónica será un poco diferente a lo que estamos acostumbrados a escribir de los directos que presenciamos. Será una crónica fotoperiodística. Sólo con fotos, vamos. ¿Por qué? Porque no podemos llenar más de un párrafo de análisis de Txarango, El Puchero del Hortelano y La Pegatina. Basta con decir “sus canciones suenan todas igual y la gente se lo pasa bien”, que la crónica estaría terminada. Por este motivo os presentamos la fotocrónica del Mercat de la Música Viva de Vic. ¡A gozar con el mambo!

Yo también me apunto a comentar las fotichuelas

La gente esperaba ansiosa a Txarango
Y el premio al fan desubicado es para el niñato de la camiseta de 2PAC
Zumo del bueno
NOTA: TwoHeebs no hace publicidad y menos de la deliciosa y refrescante cerveza Estrella Damm

12 sept 2012

The Bouncing Souls, Dave Hause y The Headlines, Sala Estraperlo


HFMN Crew nos brindó otro conciertazo en la Sala Estraperlo, en Badalona, el pasado día 10 de septiembre. Esta vez los maestros de ceremonia eran los míticos The Bouncing Souls, acompañados por el punk sueco de The Headlines (que no “Headliners” como todo el puto mundo se piensa que se llaman) y el talento del solitario Dave Hause. Sin más dilación…¡Vamos al lío!

Estábamos esperando, birraca en mano, a que salieran The Headlines. El escenario estaba preparado, sólo faltaba afinar los instrumentos. Entonces salió una chica, con atuendos de punkarra y el bolso colgando. Subió al escenario y afinó el bajo, sin soltar el bolso. “Mal vamos. Una chica afinando el bajo con el bolso”, se oyó de la boca de algún Two Heeb (no miro a nadie…). Los prejuicios son así, te sesgan la opinión y te condicionan el resto de tu vida. Pero cuando sonó la primera nota de The Headlines, los suecos cogieron nuestros prejuicios y los porculizaron. Las canciones sonaban con una profundidad brutal, te abrazaban y golpeaban de forma cariñosamente punk. Tenían el reto de superar el típico hueco, el vacío que se crea delante del escenario cuando empieza el primer grupo de la noche. No lo llenaron con gente (el público en frío es muy soso), pero si con un sonido electrizante y contundente, que, a veces, recordaba a The Clash y The Ramones. Precisamente el último tema que tocaron fue una magnífica versión de Blitzkrieg Bop  que hizo saltar al más soso de los ahí presentes. Se habían ganado nuestro respeto y habían matado nuestros prejuicios de mierda. Al finalizar intercambiamos unas palabras con Kerry, la bajista. Sí, la del bolso. Simpática y sudada nos contó anécdotas de la gira y la felicitamos por el directo que nos habían regalado. 

The Headlines
Era el turno de Dave Hause. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de sus temas en la edición de este año del Groezrock Festival y ya sabíamos lo que nos esperaba. Lo primero que hizo Dave al subir al escenario fue obligar al público a llenar los metros de oxigeno de delante del escenario. Y claro, no le vas a decir que no. Los Heebs en primera fila, íbamos a pillar fijo. Y así fue. Fuimos objeto de un intercambio de bromas con Dave, lo que hizo que lo amaramos más de lo que ya lo amamos. Después de un momento divertido tocó y nos dejo el culo torcío. Qué fuerza, qué melodías, qué intensidad. Él sólo, un tío de mediana estatura, delgadito, lo llenó todo. Sus notas parecían boomerangs recorriendo la sala para impactar en nuestras nucas.

Dave Hause
Dave Hause
Y así, con el clímax de The Headlines y el impacto de Dave Hause llegaron The Bouncing Souls. No los habíamos visto nunca y podríamos decir que casi no los habíamos escuchado nunca. Sí, ahora pensaréis: “vaya mierda amantes de la música los Heebs estos”. Podríamos haber hecho los deberes y haber escuchado toda su discografía para ir preparados al concierto, pero decidimos no buscar ninguna canción para llevarnos una sorpresa. Y la sorpresa fue excelente. Musicalmente nos pusieron los pelos de punta. Sus himnos nos cautivaron. Pero lo que más nos impactó fue su presencia en el escenario. Concretamente la presencia del vocalista Greg Attonito. Nos dejó Attonitos……lo siento, tenía que hacerlo. Ejem…continuando con la crónica…La Jeni, novia del Heeb Ian, lo bautizó como “El Sergio Dalma del punk”, por su elegancia, su planta y sus movimientos con el micro en la mano. Parecía un crooner, un galán. Vestido con camisa y corbata era lo más old school que había en la sala. Desbordaba carisma por todos lados y enamoraba con su sonrisilla. The Bouncing Souls pusieron toda la carne en el asador y Greg Attonito nos ofreció una parrillada de temazos, energía y buen rollo. Fue una barbacoa perfecta. 

The Bouncing Souls
Greg Attonito
Bryan Kienlen
De un concierto que, personalmente, me hacía un poco de pereza (el día siguiente me levantaba a las 6:00 para ir a trabajar) a una de las mejores noches de los últimos meses. Buena música, buenos personajes y un ambiente típico de la Sala Estraperlo, con un contacto directo con los artistas y un público excelente.       

Por Aniol Florensa
 

4 sept 2012

Toundra, Festival Sintonizza




Que Toundra haga un concierto un par de días después de sacar su nuevo discazo y que éste encima sea gratis (Festival Sintonizza) me parece como poco todo un regalo divino. Si obstante no es oro todo lo que reluce y el hecho de tocar en festivales enmarcados en las fiestas mayores de un pueblo/ciudad conlleva ciertas pegas.

El pasado 31 de agosto Toundra demostró en Santa Coloma de Gramanet que es un grupo muy a tener en cuenta, y no lo digo por decir, si siguen así, pueden convertirse en un referente dentro del panorama Post-Rock. Como ya comenté en mi primera crítica, para destacar en este género debes ofrecer algo que te separe del resto. Mogwai, Mono, Immanu El o Explosions in the Sky lo tienen y se nota, grupos fácilmente reconocibles en un estilo tan marcado por ciertos clichés (falta de vocalista, en esencia). Toundra son un grupo excepcional, con un estilo personal muy marcado, con esas combinaciones de música ambiental con pasajes metaleros y rock progresivo. Lo demuestran dentro del estudio y en el escenario, tienen talento y te lo van a mostrar. Y vaya si lo hacen!

Lamentablemente, el pasado viernes 31 de agosto, Toundra llegó, vio pero no sé si venció. Me explico. El concierto estuvo todo lo bien que se puede esperar de un concierto dentro de un festival gratuito dentro de las fiestas mayores de la ciudad de Santa Coloma de Gramanet, en el extrarradio de Barcelona. Es muy loable por parte de la organización que se esfuercen en ofrecer alternativas a las típicas bandas de mercenarios que tiran de versiones de los hits del verano para que los yayos meneen el bullarengue con sus nietos. En parte agradezco poder asistir a este tipo de conciertos pero también debo de ser sincero al afirmar que el concierto duró lo que dura un suspiro, tuvo algunos fallos técnicos y los madrileños prefirieron no llevar a su sección de cuerda y tocar solo ellos cuatro. En este aspecto, lo ofrecido distó mucho del mágico concierto en la sala bikini cuando los descubrí teloneando a Nothink. Aquello fue (y se lo recordé a mi amigo) el directo más acojonante que había visto en mi vida. El del viernes fue un concierto MUY correcto, en algunos momentos, impresionante, pero no sé si fue por mis altas expectativas o yo qué sé pero acabó y me dejó una sensación algo fría. No fue todo lo épico que cabría esperar. No hubo bis, faltó tocar Espírita (de su último álbum) y en algunos momentos el sonido del bajo se iba al carajo (fallo técnico).

Hubo aspectos gloriosos, pardiez! El inicio fue exquisito, Bizantio nos abrió un nuevo ojete a los del público y el batería Alex... bueno, diremos que no es humano. Vaya manera de tocar, en serio, es  una bestia de ocho brazos o algo porque si no, no me lo explico.



Ahora podrá parecer que estamos ofendidos o desilusionados con el concierto, ni por asomo, francamente, creo que era lo que se esperaba. Una especie de aperitivo. Algo así como un “hola, somos Toundra, si nos vienes a ver a [inserte nombre de sala de conciertos] te vas a cagar”. Asistimos al primer concierto de una gran banda días después de lanzar su mejor álbum... y gratis. Vale que podría haber durado más, que podrían haber tocado un bis, pero como dice mi amigo, “no le pidas peras a Luís del Olmo”, bastante suerte tenemos de que se hagan cosas así.

por Fran Vázquez