29 ago 2012

Toundra, III


Enhorabuena chicos, lo habéis vuelto a conseguir.



Increíble el tercer disco de los madrileños Toundra, así de simple. La banda española de Post-Rock se ha sacado de la manga un discazo que creo que supera al anterior (y ya es difícil!) y es que basta una escucha del álbum para saber que estamos ante un grupo diferente al resto. Vamos a ver...

El disco empieza con Ara Caeli, como una continuación directa del Toundra II. Lo cierto es que este temazo me recuerda mucho a Bizancio/Byzantium. Empieza muy tranquilo y, paulatinamente, aumenta la intensidad hasta llegar a la cúspide cerca del minuto 3, ahí la canción se vuelve enorme. Todo sonando, todo limpio, los contrastes de las guitarras -una distorsionada con la otra limpia-, el bajo y esa batería deliciosa, compleja pero sin ser recargada, hasta nos brindan un pasaje al más puro estilo Prog-Rock, así como quien no quiere la cosa.

Sigue con Cielo Negro (Black Sky), sin espacio entre temas. Esta canción me recuerda mucho a Tool, y es algo que ya noté en sus anteriores trabajos y viéndolos en directo (cuando teloneaban a Nothink), Toundra bebe mucho de Tool, o al menos es la sensación que me da. El inicio de Cielo Negro podría ser una canción de los californianos, con ese sonido de lluvia para ambientar y esas distorsiones en las guitarras, con esa batería que no para quieta. Y a lo tonto a lo tonto los 6 minutos que dura la canción ya han pasado, para ser un disco cuyas canciones no bajan de los 5 minutos, se me está pasando volando. Al loro con el último minuto del tema, una delicia.

Llega Requiem, con el grillar de unos grillos, el dulce punteo de una guitarra acústica y una batería sin platos, Toundra nos da un respiro, o eso nos parece. A decir verdad, es una canción acojonante, las violas y los violines están excelentes. Todo va adquiriendo un cáriz épico muy currado que explota al final para luego volver al punteo de guitarra. Uno de mis temas favoritos del álbum.

Y sigue el disco con Marte (Mars). Aquí empieza ya a toda hostia, es la canción más corta del disco y se nota que van al grano. En este tema ganan protagonismo la batería y el bajo y no me equivoco si digo que el batería de Toundra es uno de los mejores baterías del país. En esta canción lo demuestra. Tal vez este sea el tema más flojo del disco, por lo de ser una canción un poco más “comercial” o tal vez porque se les va un poco más del estilo.

Entramos en la recta final con Lilim y Espírita. El penúltimo tema es Toundra al 100% con sus característicos riffs de guitarra, su batería virtuosa llena de contratiempos y su bajo que crea una especie de diálogo entre los instrumentos. Joder, qué complicado es intentar describir a este grupo. Y su último tema es el que te mata, porque no te iban a dejar medio muerto, ya que te tienen, ponen toda la carne en el asador y p'alante. Empieza como con mucha fuerza, para relajarse durante 2 minutos, aunque tu ya sabes que eso va a subir, y vaya si lo hace, al minuto 3 ya te clavan en la butaca. Me encanta la parte del medio de la canción, otra vez al más puro estilo Tool (¡si hasta las guitarras se parecen!). Y acaba de la mejor manera que podría acabar, si bien me gusta más el final del anterior disco (Bizancio es mucho Bizancio), este final de álbum es como más serio, más adulto, no tan a lo loco.

En definitiva, Toundra ha demostrado ser uno de esos grupos a los que hay que tener en cuenta, ha demostrado que en este país aún se pueden hacer cosas interesantes y que se salgan un poco de lo que se lleva ahora. Pero lo mejor es que ha demostrado que aquí sigue habiendo gente de mucho talento, algo de lo que empezaba a dudar.

Aquí el DISCO para que lo compreis o lo descarguéis totalmente gratis

Por Fran Vázquez

17 ago 2012

MONO, For My Parents




Si esta crónica la hiciera alguien que ha escuchado algo de MONO con anterioridad diría “El nuevo disco de MONO es sobrecogedor” y se echaría a llorar como una colegiala que acaba de conocer a Justin Bieber.

Pero voy a hacer el esfuerzo, a contener las lágrimas y a redactar una crítica como si fuera este el primer CD de MONO que escucho. Ámoñó!

For my parents empieza con la canción más bonita que haya escuchado jamás, Legend. Recomiendo escucharla estirado en la cama, justo antes de ir a dormir, con las luces apagadas y el volumen a tope. La canción me recordó un montón al tema principal de La Princesa Mononoke. Es evocativa, tiene fuerza pero a la vez tierna, como el recuerdo de una caricia paternal.

Vale, presiento que va a ser una review un tanto abstracta...

Superado el primer tema, aún con los ojos anegados y el corazón compungido llega el segundo, Nostalgia. Creo que MONO son de los que les gusta regalarse con según que cosas, de ahí el uso de los violines para engrandecer los crescendos o las guitarras-mandolinas que le da a las canciones una atmósfera lluviosa como de recuerdo lejano. Nostalgia me hace pensar en cuando iba al colegio en septiembre, acababa el verano y volvía la rutina, y en ese recuerdo siempre llueve. Al menos hasta la mitad del tema porque luego los japos locos estos le meten zapatilla y la canción obtiene un cariz épico muy currado.

Dos canciones y 24 minutos, ahora viene el tema ligero, el de 8 minutillos, Dream Odyssey. Esta parece ser la canción más normalita, batería, guitarras, bajo y... violines, que bien traídos están esos violines. La canción, sin ser mala, creo que es la más floja del álbum, el sonido de la batería me desconcierta, suena demasiado a lata, con muy poco cuerpo y además se ve que el batería no es el de Mogwai o Envy, batería justita, al menos en esta canción. Eso sí, el último minuto del tema es precioso.

Madre mía, quedan dos canciones y yo empiezo a sufrir Síndrome de Stendhal. Un sutil punteo de guitarra nos adentra en Unseen Harbor, la canción más larga del disco (un quarto de hora). Inicialmente pienso que es un “más de lo mismo”, o sea, guitarra-mandolina, entra el piano, luego los violines y la batería toca los platos, pero no sé como lo hacen estos cabrones que en cada canción te arrancan de lo más profundo del corazón tus emociones y se ponen a hacer malabares con ellas y tu empiezas a sentir cosas y no sabes porque y te acuerdas de cosas y para cuando la canción pega el subidón tu ya estás hecho un moco y solo te queda que quedarte embobado con los ojos vidriosos y echando de menos a tu perro de la infancia. Me pregunto si MONO serán conscientes de su habilidad. Y es que Unseen Harbor es como un tema de la BSO de Marco mezclado con Envy y pulido hasta que queda una extraña piedra preciosa.

Y llego al último tema, A Quiet Place (Together we go). La canción parece recoger todas las demás y decir “bueno, vale, vamos a calmarnos, la tormenta ya ha pasado”. Ciertamente es una buena canción para cerrar el álbum y el sonido de gotitas al fondo refuerza mi teoría de atmósfera lluviosa. En este tema está lloviendo sí o sí. A mitad de canción cambia la cosa y a ritmo de chelo (o viola, no sé) parece que va saliendo el sol, cago en diez, ya me la han vuelto a colar. Este tema es como el momento ese después de la tormenta, cuando las nubes se van disipando y amanece un nuevo día, con el cielo limpio y el aire fresco. Esta canción me “habla” de la gloriosa superación de los traumas, que pase algo malo, a veces permite un nuevo resurgir y con ese resurgir, con ese “ahora ya eres libre”, te deja el disco. INCREÍBLE.

A lo mejor todo lo que he dicho es una sarta de memeces, a lo mejor MONO solo quería hacer un disco para llevar a los productores de cine y esperar que los contraten haciendo bandas sonoras, a lo mejor leen esto y se ríen en mi cara. Pero algo es seguro, For My Parents, es un álbum que no va a dejar indiferente a nadie, por la sencilla razón que si dejas que el disco conecte contigo, vas a pegarte un viaje espectacular. Hacía mucho que un disco no me evocaba tantas cosas y mi recomendación es que lo escuchéis, solo por la curiosidad de ver qué recuerdos y sensaciones os despierta cada pista.


Por Fran Vázquez

5 ago 2012

Alexisonfire Live at Westend Indoor Festival

Os dejamos aquí un directo de esa grandiosa banda que fue Alexisonfire. Creo que no me equivoco al afirmar que esta es una de las bandas más infravaloradas de su generación.




Grandes músicos, mejores personas.

1 ago 2012

Muere Tony Sly cantante de No Use For A Name



Tener que actualizar el blog por estas cosas es una verdadera putada. Hoy ha muerto Tony Sly, una de las voces más famosas y respetadas de la escena punk actual. El cantante y guitarra de No Use For A Name y del grupo acústico formado por él y Joey Cape (cantante de Lagwagon) ha muerto a los 41 años de edad. Así lo ha comunicado la discográfica de Fat Mike (Nofx), Fat Wreck Chords, donde incluye unas palabras del propio Fat Mike "One of my dearest friends and favorite song writers has gone too soon. Tony, you will be greatly missed."-"Uno de mis más queridos amigos y compositor se ha marchado demasiado pronto. Tony, te echaremos muchísimo de menos", decía el cantante de Nofx.

Las causas de la muerte se desconocen por el momento y la red ya se ha volcado con el cantante y sus allegados. Entre ellos, Riley Breckenridge (batería de Thrice), en su blog, dedica unas palabras y hace referencia a las toneladas de inspiración que les aportó Tony y su banda durante los primeros años de Thrice.

Desde aquí dar un sentido pésame a su familia y amigos y recordar a Tony Sly como el gran cantante que fue.

RIP Tony Sly